Alas de Oro
LA BONDAD NACIENDO
Obra del Artista Eduardo Alarcón Orozco – 22 de mayo de 2022
El «Rey Poeta» fue un destacado monarca pre hispano que además de realizar importantes innovaciones durante su gobierno escribió hermosos versos. A continuación reproduzco 5 poemas de Nezahualcóyotl.
“Un recuerdo que dejo”
¿Con qué he de irme?
¿Nada dejaré en pos de mi sobre la tierra?
¿Cómo ha de actuar mi corazón?
¿Acaso en vano venimos a vivir,
a brotar sobre la tierra?
Dejemos al menos flores
Dejemos al menos canto
No acabarán mis flores
No acabarán mis flores,
no cesarán mis cantos.
Yo cantor los elevo,
se reparten, se esparcen.
Aún cuando las flores
se marchitan y amarillecen,
serán llevadas allá,
al interior de la casa
del ave de plumas de oro.
Lo comprende mi corazón
Por fin lo comprende mi corazón:
escucho un canto,
contemplo una flor:
¡Ojalá no se marchiten!
Lo pregunto
Yo Nezahualcóyotl lo pregunto:
¿Acaso de verás se vive con raíz en la tierra?
No para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí.
Aunque sea de jade se quiebra,
aunque sea de oro se rompe,
aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí.
Percibo lo secreto
Percibo lo secreto, lo oculto:
¡Oh vosotros señores!
Así somos, somos mortales,
de cuatro en cuatro nosotros los hombres,
todos habremos de irnos,
todos habremos de morir en la tierra.
Nadie en jade,
nadie en oro se convertirá:
En la tierra quedará guardado.
Todos nos iremos
allá, de igual modo.
Nadie quedará,
conjuntamente habrá que perecer,
nosotros iremos así a su casa.
Como una pintura
nos iremos borrando.
Como una flor,
nos iremos secando
aquí sobre la tierra.
Como vestidura de plumaje de ave zacuán,
de la preciosa ave de cuello de hule,
nos iremos acabando
nos vamos a su casa.
Se acercó aquí.
Hace giros la tristeza
de los que en su interior viven.
Meditadlo, señores,
águilas y tigres,
aunque fuérais de jade,
aunque fuérais de oro,
también allá iréis,
al lugar de los descarnados.
Tendremos que desaparecer,
nadie habrá de quedar.
Biennale Fondazione Modigliani
Exhibición
20 mayo – 18 junio 2022
Obra PlásticaLa Bondad Naciendo
Aquí se analiza la obra realizada para la exposición Bienal de Arte en Venecia Italia y que es la más reciente del autor en dónde se propone llevar a cabo a través de su policromía una descripción detallada en la plástica y una poesía temática centrada en una integralidad del ser, su figura y rostro humanos en un plano físico, químico, mental y espiritual.
En una propuesta creativa, colmada de imaginarias alegorías hacia cuerpos místicos de seres del reino animal, de un mundo en agonía y su significación como parte del cuestionamiento en el hogar de la humanidad, su naturaleza, el mundo cósmico, el universo, por lo que se traducen en un exhorto al acercarse e ir adentrándose en su significación para invitar a vivir en todas y cada una de las dimensiones referidas del ser en un grado superlativo.
Vecinos en este mundo, creando y expandiéndose en consciencia y convirtiendo así las tormentas en el invierno que ha sido el estar condenados a vivir incompletos, mutilados, faltos de creatividad e imaginación, distraídos y en la lucha de lo que se dijo, se pensó o se instruyó en que sería la vida y en su lugar desplegar toda la capacidad y la genialidad posibles hasta que el ánimo, el espíritu y la devoción inflamen al izar las velas de nuestros anhelos que nos permitan alcanzar todos los ámbitos posibles de la vida en un mundo en el que todos podemos transformarnos y transformar por medio de la creatividad y la imaginación.
Conscientes, de ser uno y uno con todos para caminar hacia una nueva era que se abre ante nuestros ojos y que está naciendo en la humanidad y con ello atreverse a innovar en la manera en que se pueda extraer la experiencia de la vida compartida y profundizar en la necesidad de una comunión de todos y con todos los seres que nos acompañan en este viaje cósmico para que así junto con la naturaleza y el mundo en que vivimos en el breve instante de existir vayamos trascendiendo de frente y de la mano a una era tecnológica y digital que se gesta ante nuestros ojos, sin que ello represente abandonar nuestro verdadero sentido vital.
Al ser, la red una herramienta cada vez más potente y vivir experiencias inmersivas esclarecer los límites de su transgresión, así como nos permitamos a la vez siempre anteponer el proyecto trascendente y universal al que estamos llamados en lo individual para que en una transformación interior permeada de bondad como punto de partida hacia una vida llena de amor y un mundo mejor que es posible a cada instante, desde el momento decisivo que es el presente y en un pensamiento de hermandad universal.
Explicación de la obra
«LA BONDAD NACIENDO, es una obra policromática conformada por una gama de tres colores que se expanden en las imágenes que nos muestran los telescopios, así como los viajes exploratorios de nuestra galaxia que se realizan actualmente por medio de telescopios robotizados. Partió de una profunda necesidad de expresar la bondad y su manifestación en la química corporal a través de la hormona denominada “oxitocina” por medio de una propuesta cromática en la mezcla de tonalidades y su movimiento y expansión espacial. El arte, de que los mejores sentimientos y las más bellas emociones emergen al experimentar “la bondad” manifiesta y experimental como reflejo de un sentimiento de amor, así como la profunda necesidad de representar lo que aflora cuando se actúa haciendo aquello que sabemos correcto, adecuado, necesario y amándolo todo, sabiendo en consciencia y como lo diría el poeta Netzahualcóyotl somos flor y canto”…
La Galería de Arte Sophart, en conjunto con la Fundación Modigliani en su participación para la Bienal de Venecia se honran en presentar la propuesta policromática del artista emergente y de arte contemporáneo para este año de 2022-, mediante la exposición y propuesta plástica del artista Eduardo Alarcón Orozco con la obra que se exhibe «“LA BONDAD NACIENDO”».
Artista Emergente
Nacido en la Ciudad de México el 15 de noviembre de 1975, irrumpió en el año del 2020 como artista autodidacta. Sin embargo, su pasión por el arte en todas y cada una de sus expresiones se ha vuelto una necesidad comunicativa e imperativa para su expresión artística. Es un artista que fluye su talento a través del sentimiento que en una mezcla policromática en el lienzo o en el papel y que tuvo una epifanía al comienzo de la pandemia, así como del cúmulo de experiencias que día a día lo confrontan con la severidad del distanciamiento social en esta nueva realidad que llegó para quedarse, puesto que observa la profunda necesidad de mantener viva la llama del romanticismo, las utopías y una profunda necesidad de experimentar el cambio con consciencia.
«La Bondad Naciendo; exhorta a pasar a la acción rebelde para dejar el aislamiento digital, abandonar el ensimismamiento así como la prisión del condicionamiento personal de la lógica y del análisis para pasar a una realidad producto de la experiencia mediante la producción de encuentros contacto social, así como de la convivencia, con la calidez, la solidaridad y el amor humanos, dejando atrás el individualismo para vivir en una etapa de despertar hacia un deseo colectivo de bondad y amor universales…»
Es una obra, que se propone un ensamble policromático y molecular simulando el pixel pero realizado de manera manual como si fuera aquello que no puede reproducir el lente digital para proponer la vigencia de aquello que precede al uso de la tecnología y lo mejora todo, lo perfecciona y alcanza una modulación y sincronía a fin de ensamblar lo contemporáneo con el devenir de una nueva relación interior entre el ser, el mundo y el universo como una concepción consciente preferente ante el uso de la tecnología digital y su experiencia inmersiva, para lograr comprender y compartir un conocimiento compartido para expandir nuestra vitalidad a fin de alcanzar todo aquello que se presume ilimitado para cada individuo como lo es su expansión consciente de bondad y amor universales.
Tal y como Alarcón expresa: «la bondad al momento de nacer antecede a una gama de sensaciones y emociones que como el amor nos animan y nos hacen sentir increíbles, aunque nadie lo cree. Nos hace después del acto bondadoso continuar y a seguir adelante con una forma de satisfacción del deber cumplido. He sido bendecido al tener la oportunidad de compartir con mi familia y mis seres queridos así como los seres humanos que a lo largo y ancho
del país, así como el que a través de mi obra, vean un poco de lo que soy, y la necesidad de expresar y comunicar mediante trazos y colores las líneas, los conceptos, las dimensiones de lo que es mi experiencia del amor, del tiempo y del espacio, fundiéndolos como propuesta poli cromática al alba y en cada puesta de sol, teniendo una sensación eterna y naciendo una búsqueda de solución a una problemática social fácilmente visible.»
En la exhibición de la Bienale Fondazione Modigliani en Venecia Italia y la galería SophArt, Alarcón exhibe «La Bondad Naciendo», una obra única que alude a la bondad como capital espiritual. El protagonista de la obra es el ser en sus múltiples dimensiones, su plano físico, mental, espiritual se mezcla con esa energía cósmica que se baña con la leche de los sueños motivo de la Bienal dónde a través de la imaginación y la creatividad se nutren todas y cada una de las sensaciones que evocan la lactancia y coloca en un seno la luz sobre los labios ante los primeros rayos de luz de la vuelta del mundo y la generación de sustancias propias de la lactancia y la protección maternal, para evocar la aspiración propia del estado de genialidad a la que está llamado el ser mediante el veloz paso de la vida
y una oportunidad para extraer todo aquello que hace vibrar cada momento. El cosmos alude mediante figuras humanas y alegorías de dragones y seres mitológicos de nuestros antepasados para invitar a volver a adentrarse en el gran arte de la vida, la policromía que acelera esa contemplación, así como el deseo de hacer consciente la gracia permanente en la aventura cotidiana y sabiéndonos parte de un proceso mucho mayor y evolutivo.
Posteriormente, la química de ese acto maternal de amamantar y sus efectos en el cerebro del neonato que conforme crece se olvidan se propone para dejar de renunciar a mantenernos en la llama de la reflexión para iniciar con calma, perspectiva de vida y de amor hacia lo que hacemos, vivimos y deseamos hacer con nuestra existencia en este planeta.
“Reviviendo las sensaciones cerebrales del alimento materno para ver más allá de nosotros mismos y vislumbrar la necesidad que los demás tienen de nosotros para explorar el mundo interior y descubrirnos a cada paso de bondad naciendo, para permanecer amando todo lo que fue hecho y dado para nosotros”.
La conformación de la obra en colores cósmicos, cuya relación poli cromática se centran en una parte del planeta que el autor considera el ombligo del mundo, en el epicentro de una consciencia que quedó suspendida ante la colonización de los pueblos originarios de la América y su despertar hacen una conexión con las frases de los poemas de Netzahualcóyotl, y Cuauhtémoc previas a la caída de Tenochtitlán y que se le atribuyen a su última instrucción como Tlatoani, así como una mezcla con los colores amarillo, rojo y negro para hacer una propuesta del fin de la esperanza, para pasar a la inmediata acción de aventura, de consciencia social, de compromiso de pareja y devoción personal con un mensaje de pasión y gracia, su aplicación sobre tela y lienzo permite al espectador el apreciar el ingreso de espacios de luz que bañan la obra de formas firmes, que no importa lo que buscan en un sentido figurativo sino para descubrir la multiplicidad de seres que se van iluminando al realizar el recorrido visual y dar paso al plano del cosmos así como un entorno de color, ida y vuelta sobre figuras humanas, dragones y serpientes emplumadas, que se desprenden del fondo de la obra, cuyo trazo pretende aludir al proceso de apertura, confianza y vida que infunde las sensaciones de la bondad así como su propio recuerdo, lo que se traduce en la libre y perpetua voluntad de amar para llevarlo a cabo y sus cualidades intrínsecas como elemento emergente y contemporáneo.
Concepto editado por la Lic. Cecilia Ortiz García, como curadora y perito en técnicas caligráficas y grafoscópicas, así como Arte Contemporáneo, licenciada en Derecho con estudios en Gestión y Pedagogía de Artes Plásticas.
«Me sorprendían las sensaciones así como la emoción que producía el hacer aquello que no me era ajeno al ayudar a alguien, no tenía idea de su origen químico en mi cerebro, me recreaba en un estado de ilusión de bien hacer, bien estar, casi como si fuera real el recuerdo de la propia acción, pero dictada ahora por mi imaginación; según la experiencia era lo correcto lo bien hecho; es decir, vi una puerta de conexión, ya que en realidad yo no era nada ni nadie para mí en individualidad: se hizo una frescura el poder acceder al mundo de la creatividad por más y más puertos, que nos conducen a mundos imaginarios, hacia el amor y la gracia ilimitadas que transitan entre nosotros y que nos conectan como una energía contemporánea, viva y emergente, sabiendo así que mi camino espiritual lo serían las artes plásticas. (EAO.)
Es una propuesta que abunda desde nuestros antepasados en los pueblos originarios de América, su conocimiento ancestral y sus declaraciones que se comunicaron de boca en boca respecto al fin de la guerra de colonización a la caída de Tenochtitlán, donde quedaran encerrados entre el corazón de nuestros abuelos y hasta la puesta de un nuevo sol, el tiempo del florecimiento y de compartir esa gran cultura, las artes, la imaginación y la creatividad para expandirse en el mundo de hoy un conjunto de ideas y conceptos así como el conocimiento acordes con aquello que requerimos para trascender, siendo una solución, siendo un motor y contribuyendo con un elemento plástico que interioriza imágenes que se funden con ideas fundamentales acerca del concepto de la bondad, su primer experiencia química a través del contacto en la maternidad y su necesidad de replicar en el recuerdo de nosotros mismos y nuestro quehacer cotidianos como especie en este planeta Tierra por medio de la práctica de la bondad, la vivencia del amor y el descubrimiento de la gracia que su vivencia colectiva produce, cuya experiencia debe profundizarse a fin de dejar de perder la vista en lo intrascendente que resulta definir nuestro presente sin estar conscientes de toda la dimensión humana teniendo en cuenta nuestra espiritualidad para descubrir e iniciar ese camino de sanación.